“No hay crisis que frene la pasión creativa”

22 julio, 2019

Como un Don Quijote enfrentando a los molinos de viento, Alejandro Álvarez hace nueve años dejó emerger su pasión por la confección de calzados para hombres, pensando en sus propios pies y sin sospechar que poco tiempo después se convertiría en su profesión y principal fuente de ingresos.

“La vida me enseñó que no hay crisis ni gobierno que frene la pasión creativa. Hay que emprender, trabajar de lo que a uno le gusta, porque de este modo no sentimos el peso del trabajo y nada es imposible”, dice el creador de exclusivísimos y hermosos zapatos artesanales, en su taller de la ciudad de La Plata donde dialogó con serindustria.com.ar



SI: ¿Cómo comenzaste con este trabajo?

AA: Empecé por inquieto, cuando mi actividad era el baile. Quería encontrar un calzado adecuado, en el mercado local no había nada y la única solución era comprar zapatos importados. Entonces, hace ya nueve años, decidí investigar y desarrollar un producto para mí, sin pensar en dedicarme a esto.

SI: ¿De qué modo iniciaste el camino?

AA: Miraba, analizada, miré muchos videos y luego me acerqué a aprender con viejos maestros de la ciudad. Hice algunos cursos y sobre todo escuché a personas que saben mucho de este oficio. Lo que hago es artesanal, hay muchas horas de prueba y error para llegar a lo que quiero.

SI: ¿Fue un cambio de rumbo paulatino?

AA: Si. Mi entusiasmo fue creciendo y en mi entorno me planteaban a quien vendería mis zapatos. Eran muy lindo, cómodos, pero el tema era conseguir quien los comprara. Un amigo músico me pasó un listado de teléfonos de cantantes de la ciudad y así empecé a hacer un trabajo hormiga, llamándolos de a uno. Fueron mis primeros clientes y luego el “boca a boca” actuó como una onda expansiva.

SI: ¿Conseguiste financiamiento para arrancar?

AA: Nunca de bancos. Por el contrario, siempre recibí financiamiento y ayuda de mi familia. Empecé de a poco con máquinas viejas que reacondicioné, hormas que había comprado, poquitos cueros… A los pocos meses tuve mi primer local, creé mi marca “Mister Mooh”, pero la comercialización ha cambiado mucho con las redes sociales. Además de la comunicación personal y la fidelización de clientes, ahora la metodología es salir a buscar la venta.

SI: Tus productos son audaces, coloridos…

AA: Modestamente, el zapato que hago siempre llama la atención. Las redes sociales son muy importantes, en mi página www.mrmooh.com hay más de tres mil modelos. Las crecientes consultas me llevaron a pensar en mi público, que es diferente. Son personas a las que les gusta la moda y están cansadas de lo que ofrecen los negocios. A veces hay diseños clásicos. Me gusta trabajar sobre la combinación de formas y colores, utilizar cuero sintético, lona, jean, telas, innova. Aunque también hay clientes que piden diseños clásicos.

SI: ¿Definirías que son caros tus zapatos?

AA: Valen lo que son, diseños exclusivos, personalizados, hechos a mano, pero cuestan lo mismo que un buen zapato en un comercio. el costo de mis productos es similar a los buenos que están en el mercado. Hace dos años que mantengo los precios, frente a   insumos que aumentaron 300%.

SI: ¿Es complicado conseguir esos insumos?

AA: No es difícil, me manejo en la zona de Boedo. Además, hay que crear. Me inspiran mis propios sueños, materiales que veo, diseños que me sorprenden. Esto no tiene límites, cada ocurrencia es un desafío, nunca me aburro.

SI: ¿Y cómo manejás las ventas?

AA: En forma personal o pedidos, podés mirar mi página y comprar directamente. No tengo local, trabajo y vendo desde mi taller. Hay que utilizar la tecnología. He vendido en forma electrónica a Rosario, Mar del Plata, Córdoba, la Patagonia e incluso luego de consultas han llegado europeos a comprarme personalmente. Promover las ventas es parte de mi trabajo.

SI: ¿Hacés muchos zapatos a medida de los clientes?

AA: Si, eso es muy bueno. Empecé a hacer fotos con mi ropa y mis zapatos especiales para cada caso. Lo mejor es personalizar, de manera que los productos cierren a la estética de cada cliente y ocasión. Obviamente que el asesoramiento es sin cargo.

Por Darío Ríos.

Vídeo: Martín Suárez.