“Tomar decisiones en un contexto incierto es especialmente duro y complicado”

Lo dijo Benjamín Asprella al analizar la actualidad de las PyMEs argentinas.

Benjamin Asprella, gerente de Braukfat.
Benjamin Asprella, gerente de Braukfat.

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7 junio, 2023

Baukraft es una empresa familiar del sector de la construcción radicada en La Plata, con una sólida presencia en el mercado gracias a su enfoque moderno y tecnológico. Benjamín Asprella, gerente general y segunda generación al frente de la compañía, repasó en Ser Industria Radio, los inicios y la evolución del negocio que sigue sumando desafíos.

También destacó la importancia de la profesionalización de las áreas y la gestión de recursos humanos y explicó las virtudes del sistema de construcción en seco conocido como steel framing. En otro pasaje del diálogo, Asprella, graduado en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), hizo referencia al modo en que enfrenta las dificultades para importar insumos.

La empresa tiene su sede comercial en Ringuelet, precisamente sobre la avenida 520 y dispone de un Centro de Capacitación ubicado en la avenida 532, que constituye un espacio exclusivo para la formación profesional, donde ofrece una amplia variedad de cursos.

Por otro lado, cuenta con un Centro de Distribución ubicado en la localidad de Berazategui, sobre la autopista Buenos Aires- La Plata, a la altura del peaje de Hudson. En este lugar, no sólo ofrece sus productos, sino que también a difunde los sistemas constructivos.

¿Cómo se originó Baukraft?

Baukraft tiene casi 30 años de trayectoria. Mi padre, Alejandro, comenzó buscando soluciones innovadoras para los problemas constructivos, explorando alternativas y viendo oportunidades en la construcción en seco, el uso de policarbonato, acrílicos y otros elementos. Inicialmente, tuvimos que importar los productos, ya que no estaban disponibles en el país, pero a medida que creció la demanda, surgieron empresas locales que fabricaban estos productos. Nosotros nos encargamos de la comercialización, no de la construcción. Los clientes de Baukraft suelen ser constructoras y profesionales que utilizan y aplican nuestros productos en diferentes tipos de obras, como viviendas, oficinas y edificios.

Prácticamente creciste con la empresa, ¿verdad?

Así es. Recuerdo que cuando salía del colegio, me iban a buscar y me llevaban a la empresa. Pasaba tiempo en el mostrador y en el depósito, desde muy joven estuve expuesto al mundo empresarial. Además, mi abuelo también tenía una empresa en el rubro textil, por lo que siempre estuve rodeado de productos y trabajando con empleados. Es parte de mi crianza y también forma parte de mi historia.

¿Cuántos insumos importados requieren los productos y cómo están lidiando con las restricciones actuales?

Nos enfrentamos a un momento bastante delicado y difícil en términos de reposición de insumos. Este es un tema conocido por quienes estamos en el ámbito empresarial, ya que todos tenemos problemas para conseguirlos, tanto en nuestras empresas como en la vida cotidiana como ciudadanos. Afortunadamente, la mayor parte de nuestra oferta de productos proviene de producción nacional. Aproximadamente el 80% de nuestros productos se fabrican localmente, aunque debemos importar algunos componentes, alrededor del 20%. Para cubrir este remanente, utilizamos nuestros stocks existentes y tratamos de regular nuestras compras para evitar descapitalizarnos. Tampoco hay mucho para hacer, porque no depende de nosotros, son factores exógenos que tienen que ver con cuestiones que, como empresa, en la microeconomía nos excede, tiene que ver con políticas, con estímulos. Estamos haciendo lo que podemos. Por suerte trabajamos con bastante planificación así que tenemos buenos niveles de stock y tratamos de seguir atendiendo a la cadena de clientes, porque es lo que no se puede cortar.

¿Todavía la demanda no supera la oferta?

Un momento fue durante la pandemia. En octubre de 2020 hubo un auge en la construcción. La gente estaba en sus casas y necesitaba mejorar sus viviendas, debido a que tenía que pasar todo el día en ellas. Necesitaban ampliar habitaciones, pintar o mejorar los baños. Nosotros siempre fuimos esenciales porque abastecemos principalmente a la industria sanitaria. Se vendieron materiales para hospitales de campaña y demás, lo cual generó un pico en la demanda de materiales como ladrillos, hierro y materiales en seco. Ese momento superó nuestras expectativas.

¿Te sentís empresario o emprendedor?

A veces, en Argentina, la palabra “empresario” tiene ciertos prejuicios. En realidad, el ADN del empresario y del emprendedor es el mismo, es la pasión por llevar adelante un proyecto productivo. Personalmente, no me considero un emprendedor. Mi padre lo fue cuando comenzó la empresa. Sin embargo, siento una gran responsabilidad. Las decisiones que tomo afectan a nuestra comunidad, ya que en nuestra empresa directamente trabajan 40 personas y de forma indirecta otras 20, además de nuestra red de profesionales y constructores en todo el país. Lo veo como un desafío y una responsabilidad, pero trabajamos en equipo. No tomo decisiones solo, sino que consensuamos y trabajamos en equipo, validando con aquellos que saben. Tenemos especialistas que nos ayudan a tomar las mejores decisiones en cada función, ya sea en áreas comerciales, logísticas o de administración.

¿Baukraft se fue profesionalizando con el paso de los años?

Sí, eso se ha dado gradualmente e impulsado por el crecimiento de la empresa. Todo emprendedor comienza con lo que sabe: vender. Pero a medida que la empresa se vuelve más compleja, se necesitan áreas de apoyo, como administración y compras. La profesionalización se convierte en una necesidad a medida que se requieren personas especializadas en cada tarea. Como empresarios, no podemos abarcarlo todo.

Las PyMEs, generalmente, no tienen un departamento de comercio exterior. ¿Cómo resuelve Baukraft los constantes cambios de normas?

En Baukraft contamos con asesores externos, como estudios contables, abogados y despachantes de aduanas, para mantenernos actualizados. Prácticamente cada semana hay novedades en cuanto a la normativa, que a veces afecta los tiempos de entrega y los pagos. Nos apoyamos en expertos porque no se puede estar al tanto de todos los detalles, mientras se enfoca la visión general de la empresa.

¿Estas modificaciones hacen que aumenten los costos?

Sí. Lo más riesgoso o difícil que estamos viendo es la incertidumbre, porque a veces podemos enfrentar políticas que no son favorables. Si sales al río y está lloviendo, ya vas preparado para la tempestad. El problema surge cuando las condiciones y las reglas del juego van cambiando. Eso es lo más difícil, ya que cuando tomamos decisiones empresariales no esperamos que tengan un impacto inmediato, sino que tomamos decisiones constantemente con la expectativa de ver sus efectos en seis meses, un año o incluso cinco. Tomar decisiones en un contexto incierto es especialmente duro y complicado. Las decisiones pequeñas se toman en cualquier circunstancia. Sin embargo, las decisiones sobre inversiones importantes, que generan el capital del país, como abrir una nueva planta fabril, implementar un plan de contratación de personal o de profesionalización, requieren cierto nivel de certeza para asegurar que sea rentable. El cambio en la coyuntura es lo que más perjudica a aquellos que estamos en las estructuras productivas.

Como docente universitario, ¿cómo ves la situación de los recursos humanos? ¿Es fácil conseguirlos?

Soy profesor de la UNLP en quinto año de la licenciatura en Administración. Es bueno porque me permite tener un panorama cercano de los jóvenes que están por egresar y que están a punto de entrar al mercado laboral. Es interesante porque es la etapa final antes de salir al mercado. Hablo con ellos, veo cuáles son sus expectativas y cómo perciben la situación. Tal vez hoy estamos viviendo un éxodo, todos tenemos amigos o familiares que se van al exterior, especialmente los jóvenes. Considero que son recursos muy valiosos que estamos formando y es una lástima no poder contar con ellos.

Es contradictorio tener la fortuna de contar con universidades públicas, gratuitas, que forman profesionales para que se vayan del país…

Es una decisión social que todos aceptamos, que la educación sea gratuita y no se vea como una disminución de la calidad. Todos conocemos la calidad profesional que se genera en las universidades nacionales y el valor de los graduados de tantas facultades. Mantener esa estructura requiere un esfuerzo, pero considero que es una política pública muy valiosa. Es cierto que a veces es difícil encontrar personal calificado para diferentes tareas, por lo que realizamos un trabajo minucioso en el reclutamiento. En Baukraft como empresa familiar, mantenemos una cercanía en esa área. Nos gusta participar y conocer a las personas, sus expectativas y asegurarnos de que estén alineadas no sólo con los aspectos económicos y formales del trabajo, sino también con sus expectativas de crecimiento. Es muy importante tener en cuenta los aspectos motivacionales, ya que se trabaja no solo por cuestiones formales, sino también para la autorrealización. La empresa tiene la responsabilidad de brindar condiciones para el desarrollo personal.

¿Cómo es la construcción en steel framing?

Es un sistema que está creciendo. En Baukraft comenzamos a utilizarlo hace más de 25 años, cuando nadie sabía de qué se trataba. Surgió en Estados Unidos con madera y luego se adoptó en Alemania con estructuras de acero galvanizado. Fue diseñado para ser antisísmico. Aunque parezca débil, en realidad cuenta con una tecnología estructural y una modulación con perfiles de acero galvanizado. Lo llamamos sistema sándwich porque se puede adaptar a las necesidades de cada uno. Hay tres puntos destacados que se pueden mencionar: la rapidez constructiva, ya que una vivienda se puede construir en aproximadamente un tercio del tiempo que llevaría la construcción tradicional; la ligereza, ya que una casa en steel framing pesa sólo un octavo de lo que pesaría una casa de ladrillos y la aislación, que se puede dividir en aislación contra la humedad, aislación térmica y aislación acústica. Estas características brindan ventajas en cuanto a la calidad de vida, la sustentabilidad y la eficiencia energética.

En Argentina, tenemos una cultura arraigada del ladrillo. ¿Cómo se puede cambiar esa mentalidad?

Venimos de una cultura italiana en la que el ladrillo es el protagonista. Sin embargo, al igual que la evolución de otros aspectos de nuestra vida, como el uso de celulares o la forma de transportarnos, también debemos considerar la evolución en el ámbito de la construcción. Creo que ambos sistemas pueden coexistir y satisfacer diferentes necesidades en distintos momentos. Por ejemplo, hay regiones donde no se puede construir durante todo el año debido a las condiciones climáticas, como Ushuaia. No se puede construir una casa de ladrillos de 200 metros cuadrados en esas condiciones. Por lo tanto, para diferentes necesidades, se pueden utilizar diferentes sistemas constructivos. Creo que ambos pueden convivir tranquilamente, y dado el déficit habitacional que enfrentamos en el país, hay trabajo para todos.

Se estima que faltan al menos tres millones y medio de viviendas en el país y la demanda sigue aumentando. ¿Cómo puede resolverse este tema?

Un dato importante es que, en 2016, el Ministerio de Producción de la Nación reconoció al sistema steel framing de estructura de acero galvanizado como un sistema tradicional. Esto cambió las reglas del juego para bien, ya que antes era muy difícil obtener permisos municipales y las licitaciones públicas sólo se realizaban para construcciones de ladrillos. Ahora, se reconoce que este sistema es viable, que es posible escriturar y hipotecar una casa construida con este método. Incluso hay licitaciones públicas para escuelas, jardines y centros de salud que se construyen utilizando este sistema. Esto ha impulsado la demanda.

¿La construcción en steel framing es compatible con la tradicional de ladrillos?

Absolutamente. Con un anclaje adecuado, se pueden combinar ambos sistemas. Incluso tenemos clientes que utilizan sistemas híbridos, donde construyen una parte con ladrillos y otra con steel framing. Si caminás por cualquier calle de Argentina, ves viviendas tradicionales en las que se agregó un segundo nivel utilizando perfiles de steel framing, sin necesidad de replantear las bases o reforzar las estructuras. Debido a su ligereza, este sistema es versátil y permite realizar ampliaciones.

¿Cómo trabajan en relación a la Responsabilidad Social Empresarial?

En las empresas, nacen inquietudes sobre cómo podemos aportar y ayudar a nuestro entorno. Desde Baukraft empezamos a realizar programas aislados. En el marco del premio a la responsabilidad social empresarial otorgado por la UNLP y la UTN. Nos dimos cuenta de que teníamos acciones que, aunque estaban un poco dispersas, podían organizarse en distintos ejes. Aprovechamos esta oportunidad para darle forma y encuadrarlas en distintos ejes de responsabilidad social. Actualmente, en Baukraft, tenemos una política empresarial que se basa en tres ejes. El empleo, que tiene que ver con dos grupos en los que trabajamos intensamente: jóvenes en situaciones de vulnerabilidad y personas con discapacidad. Buscamos incorporarlos como personal en nuestra empresa. El segundo eje está relacionado con lo social y la comunidad. Tratamos de ofrecer cursos y generar oportunidades laborales para personas desempleadas. También hemos establecido acuerdos con instituciones como Cáritas y el Banco de Alimentos para realizar entregas de materiales y ayudar en diferentes barrios. El tercero y quizás el más alineado con nuestra actividad, es el eje medioambiental y de sustentabilidad que tiene que ver con reducir el impacto en la sociedad, por lo menos no dejar una huella, tratar de que, aunque sea nuestro paso por el medio ambiente no tenga un impacto. Si puede generarse un impacto positivo mejor, pero al menos no dejar uno negativo.

¿Qué acciones aplica Baukraft en ese sentido?

Vamos implementando diversas acciones, como el reemplazo de luces LED, la digitalización de nuestros procesos para reducir el uso de papel y la disminución de desperdicios mediante la reutilización de materiales. Con respecto a esto último, nos referimos a que antes solíamos desechar muchos materiales que ahora intentamos aprovechar en nuestros procesos, lo cual genera ahorros y reduce los costos. Esto nos permite tener un impacto social positivo y utilizar nuestros recursos, como el nylon y los cartones, de manera más eficiente. En esta área, colaboramos de manera exitosa con algunas organizaciones dedicadas al reciclado. Aprendemos sobre la marcha, ya que esta no es nuestra actividad principal, sino que nos enfocamos en la producción y entrega de materiales de construcción. Considero que tenemos la responsabilidad de involucrarnos en la sociedad en la que vivimos.

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