Con una importante presencia de representantes sindicales, empresarios, legisladores, cámaras del sector y profesionales se relanzó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la Mesa Nacional de Concertación de la Industria Naval Argentina.
Tras un debate intenso y abierto, donde no faltaron propuestas ni autocríticas, los participantes se comprometieron a trabajar por la recuperación de la industria naval tanto pública como privada, pesada y liviana, incluyendo también a la marina mercante, a los puertos y a la logística.
La construcción del buque polar, la importancia estratégica de los puertos de Ushuaia y de La Plata, entre otros, y el Astillero Río Santiago, ocuparon la centralidad de las deliberaciones que contemplo la integración de todos los sectores productivos, la generación del empleo, el agregado de valor y el comercio exterior.
Entre los participantes de la reunión estuvieron astilleros, talleres, proveedores e ingenieros navales relacionados a la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN). También se hicieron presentes dirigentes de la Cámara de la Industria Naval Argentina (CINA).
Por el sector sindical, se encontraban miembros del Sindicato Argentino de Obreros Navales (SAON); de ATE- Astillero Río Santiago: del Sindicato Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Cabotaje Marítimo y Pesca; etc.
Junto a ellos también se encontraban especialistas como el Lic. Juan Chimento, el Ing. Miguel Ángel Enriquez, el Ing. Juan José Chiappino, el Ing. Horacio Tetamantti, armadores navales como Gabriel Bachiega y Mónica Ortaldo; Gastón Harispe, Diputado del Parlasur; Mónica Rivitti, de la Unión Industrial de Avellaneda; Ramón Ortellado, del Bloque Regional de Intendentes, Prefeitos, Alcaldes y Empresarios del Mercosur (BRIPAEM); el Ing. Hernán Gerino, Presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Naval (CPIN), entre otros.
También se recibieron numerosas adhesiones, entre ellas de la Cámara de Industriales Metalúrgicos del Sudeste de la Provincia de Buenos Aires.
Abrió el diálogo el Lic. Miguel Ángel Sánchez, quien destacó la amplia representación presente e insistió en la necesidad de mantener un diálogo permanente “dejando de lados los egos e intereses particulares. En esta mesa estamos todos sentados de frente precisamente para mirarnos a los ojos y comprender que ningún sector es superior a otro y que todos nos necesitamos para poder lograr nuestros objetivos”.
“Es tiempo de recuperar espacios y ponerlos en valor”, agregó el vicepresidente primero de la ABIN, resaltando “el valor estratégico tanto del Puerto La Plata y el Canal Magdalena como del Astillero de Río Santiago”. Seguidamente sostuvo que “hemos soportado la cuarta ola de desindustrialización desde el golpe de Estado del ’55 hasta esta última que vivimos estos últimos cuatro años. A pesar de todo, la industria argentina, la que quedó, sigue en pie, con sus empresarios pymes y sus obreros”.
El Secretario General del SAON, Juan Speroni, puso de relieve que “el gobierno de Macri ha hecho todo lo posible por perjudicar a nuestra actividad, destinando importantísimas sumas de dinero al exterior para comprar barcos, que podrían hacerse en Argentina con gran calidad” advirtiendo que “tenemos que hacer todo el esfuerzo necesario para que el buque polar sea construido en nuestro país con mano de obra argentina”.
En la misma sintonía, Francisco Banegas, Secretario General del ATE – Astillero Río Santiago hizo un repaso de la situación vivida por los trabajadores de aquel astillero: “hemos resistido todo tipo de presiones, incluso el intento de ocupación a través del uso de las fuerzas de seguridad. Ahora estamos ante la gran posibilidad de generar trabajo y producir como siempre hemos querido quienes desempeñamos nuestra labor en el ARS”.
Los presentes coincidieron en que para cambiar la realidad en que quedaron los sectores productivos resulta imprescindible que astilleros, talleres, armadores, cámaras, sindicatos, universidades y profesionales trabajen conjuntamente, “que nos expresemos como una voz clara, consensuada y específica a la hora de dar a conocer nuestra situación y nuestras capacidades en un país que nos necesita dando soluciones”.
“No queremos imponerle nada a nadie pero tampoco queremos que desde la subjetividad de ciertos intereses se nos ordene que embarcaciones y artefactos navales podemos o no diseñar y construir en nuestro propio país”.
El titular del Astillero Corrientes, Miguel Gurtnisky, destacó la importancia “de esta Mesa Nacional que nos representa a todos” y abogó por alcanzar la mayor unión posible. En términos similares se manifestaron la Presidente de Astilleros SPI, Sandra Cipolla, y la Presidente de la CINA, Silvia Martínez.
Al hacer uso de la palabra, el Ing. Horacio Tetamantti puso énfasis en indicar que “es muy importante que estemos juntos porque los tiempos e intereses no esperan. Por eso debemos estructurar un punto de encuentro que tenga una línea de acción que se integre en un sistema y articule industria naval, marina mercante y puertos”.
“Hoy existe un conflicto central de intereses entre la renta de las multinacionales y el trabajo argentino. Para ello debemos sumar al movimiento obrero, el estado nacional y el capital nacional. El gobierno de Macri ha cedido la soberanía fluvial y marítima. En el Río de La Plata a Uruguay a través de la profundización del puerto de Montevideo y a Chile en el paso bioceánico y en el manejo de las rutas antárticas desde Puerto Williams”.
Finalmente, Bachiega refirió a la actualidad del Puerto La Plata, trazando algunos datos comparativos. “Nuestra actividad comenzó allí hace 138 años y hace medio siglo atrás había 23 sitios de atraque, ingresaban 20 barcos diarios y trabajaban 22 mil personas. Hoy tenemos 5 sitios de atraque, un promedio de un barco diario y 200 trabajadores. Estos números nos dan la pauta de todo lo que hemos perdido”.
Los participantes del encuentro aprobaron por unanimidad el documento presentado y acordaron un encuentro a realizarse próximamente.
La Mesa Nacional de Concertación de la Industria Naval Argentina nació el 11 de diciembre de 2011, tras algunas convocatorias hechas en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Cerca de 20 instituciones de nivel nacional y regional llegaron a integrar este espacio de diálogo y consensos.